lunes, 23 de abril de 2018

Infeccion Respiratoria Aguda

La infección respiratoria aguda (IRA) es una enfermedad q​ue se produce en el aparato respiratorio y es causada por diferentes microrganismos como virus y bacterias. Las IRA comienzan de forma repentina y duran menos de 2 semanas. Además, es la infección más frecuente en el mundo y representa un importante tema de salud pública en nuestro país. ​
La mayoría de estas infecciones como el resfriado común son leves, pero dependiendo del estado general de la persona pueden complicarse y llegar a amenazar la vida, como en el caso de las neumonías.​

1. Prevención de infecciones respiratorias agudas en bebés y niños
2. Prevención de infecciones respiratorias agudas en adolescentes y adultos
Prevención de infecciones respiratorias agudas en adolescentes y adultos. 
3. Recomendaciones para niños mientras tengan la infección
4. Recomendaciones para adolescentes y adultos mientras tengan la infección
Síntomas de IRA en infantes

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Síntomas de IRA en adolescentes y adultos

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Lepra o enfermedad de Hansen

¿Que es la lepra?
​La lepra  es una enfe​rmedad infecciosa crónica causada por Mycobacterium leprae, un bacilo acidorresistente también conocido como Bacilo de Hansen. Afecta principalmente  la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos, es una enfermedad curable y su tratamiento es gratuito. Si se trata en las primeras fases, se evita la discapacidad.  “Seg​ún las cifras oficiales procedentes de 121 países de 5 regiones de la OMS, la prevalencia registrada mundial de la lepra a finales de 2014 era de 175. 554 casos, y ese mismo año se notificaron aproximadamente 213 899 nuevos casos”.1
¿Cómo se contagia la lepra? ​
En la lepra su modo de transmisión es por inhalación de secreciones del tracto respiratorio superior (nariz y boca), derivada de la convivencia prolongada de una persona susceptible con un enfermo no tratado, cuyo reservorio es el hombre, puede durar de 9 meses a 10 años para su periodo de incubación y ser transmisible 4 años para la lepra tuberculoide y 8 años para la lepra lepromatosa.2
​¿Cuáles son los signos de la lepra? 
Un enfermo de lepra es alguien que tiene una o más manchas cutáneas con una pérdida definida de la sensibilidad; y que no ha completado un tratamiento completo con Poli Quimio Terapia (PQT).

Como son las manchas de la enfermedad de lepra:
-Pueden ser blanquecinas, rojizas o cobrizas-Pueden ser aplanadas o elevadas-No pican
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Usualmente no duelen-Pierden la sensación de calor, tacto o dolor-Pueden aparecer en cualquier parte de la piel
-Otros signos de la lepra incluyen: ódulos enrojecidos o del color de la piel, o un espesamiento suave, brillante y difuso de la piel sin pérdida de la sensibilidad.3
Factores de riesgo  y factores de protección de la lepra
Los factores de riesgo asociados con la presencia de un caso de lepra son desnutrición, hacinamiento y susceptibilidad inmunológica de la persona infectada. Existen otros determinantes como el ambiente físico, social y económico. Dentro de los factores de protección la vacunación con BCG es eficaz en la protección frente a la lepra hasta en un 70%. Se ha identificado que la cicatriz BCG indicaría que es un individuo de bajo riesgo para presentar lepra, en caso tal de ser un contacto solo se debe aplicar una dosis de BCG; al que NO presente se le debe aplicar una dosis de BCG y un refuerzo 6 meses más tarde. 4
Cómo clasificar la lepra
Se clasifica en lepra paucibacilar o multibacilar basándose en el número de manchas de la piel,  más de 5 manchas es una lepra multibacilar (MB) de 1 a 5 manchas se denomina paucibacilar (PB). 5

Incidencia de la lepra en Colombia:
A partir de 1985 Colombia introdujo la poliquimioterapia para el tratamiento farmacológico de la Lepra, cumpliendo con el compromiso global de avanzar hacia la meta de eliminación del evento como problema de Salud Pública en 1997.  De igual manera, desde hace más de 10 años el país ha presentado tasas por debajo de la meta de eliminación.   

Por otra parte, en la detección de casos nuevos de lepra se ha evidenciado una dismi-nución sostenida entre los años 2000 y 2005. Sin embargo,  se observa en los últimos años una tendencia estable con cerca de 400 casos nuevos por año (Fuente. Ministerio de Salud y Protección Social. Actualizado el 20 de septiembre de 2016). De acuerdo a la información del Programa Nacional de Lepra, se registró un  total de 349 casos nuevos, de los cuales 265 son multibacilares. Así mismo se reportaron 25 recidivas.

La tasa de detección de casos nuevos presentada para 2015 fue de 0,72 casos por 100.000 habitantes. Las entidades territoriales con tasa de detección más alta son Arauca y Norte de Santander. Los departamentos que presentan el mayor reporte de casos de lepra son: Norte de Santander y Valle del Cauca. La prevalencia de lepra en los últimos años tiene tendencia a la disminución; con corte a diciembre 31 de 2015, 473 casos estaban recibiendo poliquimioterapia en Colombia (tasa de prevalencia de 0,10 casos por 10.000 habitantes).

Durante el año 2015 se reportaron al programa nacional de Lepra 99 Leproreacciones (7 reacciones tipo I y 92 reacciones tipo II).

¿Cuáles son las estrategias implementadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para controlar la lepra?
La Organización Mundial de la Salud ha elaborado la Estrategia Mundial contra la Lepra 2016-2020, que está estructurada en los siguientes pilares: 7
-Reforzar la implicación de los gobiernos, la coordinación y las alianzas
-Detener la lepra y sus complicaciones
-Acabar con la discriminación y fomentar la inclusión

Metas para alcanzar en lepra a 2020 definidas para Colombia
Colombia priorizó la lepra dentro del Plan Decenal de Salud Pública y estableció la siguiente meta para este evento: Disminuir la discapacidad severa por enfermedad de Hansen entre los casos nuevos hasta llegar a una tasa de 0.58 casos por 1.000.000 habitantes con discapacidad grado 2 en el año 2022. Así mismos reducir a menos del 7% los casos con discapacidad severa entre los nuevos detectados para el mismo año. 

Otros enlaces


Bibliografía:
​​1.http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs101/es/.
2.Protocolo de Vigilancia en Salud Publica- Lepra año 2014.Pag 4. 
3.Guía para la Eliminación de la Lepra como problema de Salud Pública, año 2000, OMS. pág. 10
4.Protocolo de Vigilancia en Salud Publica- Lepra año 2014.Pag 4. 
5.Guía para la Eliminación de la Lepra como problema de Salud Pública, año 2000, OMS, pág. 19
6.www.minsalud.gov.co/Documentos%20y%20Publicaciones/Plan%20Decenal%20-%20Documento%20en%20consulta%20para%20aprobación.pdf. 
7.http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs101/es/

Epidemiologia y demografia de la salud publica en Colombia

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Programa Ampliado de Inmunizaciones en Colombia

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Planeacion de la salud publica en colombia

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Gestion integrada para la salud mental

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Enfermedades huerfanas

Enfermedades huerfanas

sábado, 14 de abril de 2018

Implicancias de la alteración de los sistemas naturales en la salud pública

Implicancias de la alteración de los sistemas naturales en la salud pública 
Resguardo de la salud pública en un planeta con cambios acelerados
El uso no sustentable de los recursos naturales afecta la salud pública al aumentar los niveles de gases de invernadero, modificar las comunidades animales y vegetales y provocar la pérdida de biodiversidadAutor: Myers S The Lancet 390(10114):2860-2868, Nov 2017
Introducción
La salud planetaria es un concepto propuesto por la Fundación Rockefeller-Comisión Lancet, para describir la afectación de la salud pública por la explotación desmedida de los recursos naturales. En este sentido, los descubrimientos científicos y tecnológicos, que sustentan el desarrollo económico y la disminución de la pobreza a nivel mundial (mayor capacidad de producir alimentos [mediante cultivo] y energía), comprometen la integridad de los ecosistemas.
De esta forma, el crecimiento acelerado de la población mundial se sostiene con el uso no sustentable de los recursos hídricos, forestales (pérdida de bosques tropicales), pesqueros y áreas de suelo fértil por degradación, y genera contaminación ambiental (liberación de dióxido de carbono [CO2] en la atmósfera, acidificación de los océanos y alteración de los ciclos biogeoquímicos del fósforo, nitrógeno y carbono, entre otros).
Estas alteraciones en los sistemas naturales redundan en la disminución de la biodiversidad. En contraposición, los avances antes mencionados han permitido aumentar la esperanza de vida y reducir la tasa de mortalidad infantil, una situación que nos interpela en el contexto de la degradación de los ecosistemas y el surgimiento consecuente de enfermedades.
Alteración de los ecosistemas: compromiso de la salud física y mental
La salud no sólo se encontrará comprometida por el descenso en el valor nutricional y variedad en la alimentación, sino por el surgimiento de enfermedades infecciosas como consecuencia de las modificaciones efectuadas por el hombre en el medioambiente
La utilización no sustentable de los recursos naturales afecta el estado nutricional de la población mundial. En este sentido, la disminución de labiodiversidad, en particular, de los insectos polinizadores, que permiten la dispersión de plantas, determinará una mayor susceptibilidad a las enfermedades no transmisibles, debido a la reducción en el consumo de verduras, frutas, semillas y nueces, el cual es esencial para lograr un estado nutricional adecuado (niveles de vitamina A y folato, entre otros).
Asimismo, el valor nutricional de los alimentos de primera necesidad respecto sus componentes: minerales esenciales (zinc y el hierro) y proteínas, disminuirá por el efecto de los niveles crecientes de CO2 en los cultivos. Esta disminución afectará de manera particular a poblaciones vulnerables como embarazadas y niños menores de 5 años, los cuales consumirán un menor porcentaje de hierro en sus alimentos. Asimismo, el CO2 y el ozono, como gases de invernadero, influyen en el cambio climático, por lo cual se provocará una reducción significativa en la obtención de alimentos a nivel mundial (se ha postulado que la mayor escasez se observará en las regiones tropicales).
La disminución de los recursos pesqueros (1% anual en el transcurso de 20 años) afectaría a las poblaciones cuya alimentación se sustenta en la utilización de este recurso (1 billón de personas).
Por otra parte, en diversas regiones, la capacidad de producción de alimentos disminuirá debido a que los recursos acuíferos y de suelo fértil resultarán insuficientes. Cabe destacar que la salud no sólo se encontrará comprometida por el descenso en el valor nutricional y variedad en la alimentación, sino por el surgimiento de enfermedades infecciosas como consecuencia de las modificaciones efectuadas por el hombre en el medioambiente.
En este sentido, el aumento en la concentración de fósforo y nitrógeno (uso de fertilizantes) dispersado por el agua en áreas de suelo distantes de las destinadas a cultivos, la deforestación, la implementación de sistemas de irrigación y la construcción de represas producen una alteración significativa en los ecosistemas, la cual puede ser propicia para la propagación de enfermedades como la malaria y la esquistosomiasis. En concordancia, se ha postulado que la pérdida de biodiversidad aumenta la susceptibilidad de los individuos a la infección por nuevos vectores de enfermedades.
En ese contexto, actividades como la caza de animales silvestres o la explotación agrícola aumentan la probabilidad de contacto con enfermedades infeccionas presentes en los animales y transmisibles al hombre. Asimismo, las consecuencias de la actividad económica (contaminación ambiental, disminución del número de especies polinizadoras y aumento en el nivel de los océanos) puede comprometer la calidad de la alimentación, la salud cardiovascular y respiratoria.
En particular, el mayor consumo de almidón en los alimentos debido a la disminución de proteínas, provocada por los niveles elevados de CO2, aumenta la propensión a experimentar enfermedades cardiovasculares al igual que la pérdida en la calidad nutricional de la dieta (menor ingesta de alimentos beneficiosos para la salud), lo que redunda en un incremento de cáncer, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Es importante mencionar que la mayor incidencia de estas enfermedades y condiciones que afectan el sistema respiratorio (enfermedad pulmonar obstructiva y cáncer de pulmón) estarían provocadas asimismo por la contaminación del aire, el suelo y el agua.
En particular, el aumento de los niveles de ozono en el aire puede comprometer el normal funcionamiento del sistema respiratorio. Además, el incremento en la salinidad del agua destinada al consumo, debido al avance del mar en regiones costeras, determina un aumento en la incidencia de hipertensión, hipertensión gestacional y preeclampsia.
Por otra parte, la alteración de los sistemas naturales producida por sequías, incendios, períodos con temperaturas muy elevadas e inundaciones, los que constituyen eventos propiciados por el cambio climático en los que se puede apreciar el efecto de la actividad económica, comprometen la estabilidad emocional de las personas que los padecen (incidencia de estrés y trastorno de estrés postraumático, ansiedad y depresión).
En este sentido, las personas que deben trasladarse a otras regiones debido a las condiciones antes mencionadas y a otras situaciones adversas, como la escasez de alimentos y de recursos naturales, el aumento en el nivel del mar o las guerras civiles, constituyen una población vulnerable respecto del contagio masivo de enfermedades, desarrollo de trastornos psiquiátricos y psicológicos, compromiso de la salud física y sexual y nutrición deficiente.
Cabe destacar que las consecuencias del cambio climático son difíciles de contrarrestar en el corto plazo, sin embargo, existen diversas medidas como el comercio de alimentos (alternativa a la pérdida de los cultivos) o la utilización de telas mosquiteras en la prevención de la malaria (producto del calentamiento global), que pueden mejorar las condiciones de vida de las poblaciones más afectadas.
Estas medidas deben complementarse con cambios conductuales y culturales, inversión en infraestructura y tecnología, distribución de la riqueza y la implementación de una gestión pública eficaz.
Asimismo, se deben evaluar las consecuencias del desarrollo económico (generación de energía [a partir de combustibles fósiles y represas], utilización de agua dulce [sistemas de irrigación] y deforestación [generación de áreas cultivables], entre otros), el cual beneficia a las grandes ciudades y puede ir en detrimento de las poblaciones circundantes (contaminación del aire y aumento en la probabilidad de contraer enfermedades infecciosas).
Dicha evaluación será fundamental para ponderar los peligros potenciales para la salud y el medioambiente y proponer las soluciones posibles que promuevan un mejor manejo de los sistemas naturales y la igualdad de condiciones entre poblaciones.
Este modelo de valoración de los problemas y las soluciones en las comunidades, en el que se encuentran implicados los gobiernos, las industrias y las organizaciones no gubernamentales e internacionales, debe replicarse a nivel mundial, de manera de asegurar la salud planetaria de las generaciones presentes y futuras, con independencia del desarrollo económico y la región que se habita.
Por otra parte, la cooperación entre diferentes disciplinas como la ingeniería civil, urbanismo, agronomía y ecología, con la salud pública y epidemiología, permitirán alcanzar un enfoque integral de los cambios y dificultades que comprometen a la salud planetaria.
Conclusión
El desarrollo de las diferentes actividades del ser humano afecta a los ecosistemas de manera significativa y compromete la salud, el bienestar y la sustentabilidad del medio ambiente. En este sentido, la disminución de la biodiversidad, la utilización desmedida de los recursos naturales y la contaminación del aire, agua y suelos determinan la necesidad de un cambio conductual y cultural que se traduzca en la implementación de medidas para resguardar la salud planetaria de las generaciones presentes y futuras.
SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica